Artículo del Arquitecto Diego Hurtado – Asociación de Peatones de Quito
Existen varios sistemas de transporte masivo y rápido de pasajeros para el área urbana, entre ellos tenemos el tren subterráneo conocido como metro; los trenes de superficie entre los que se encuentran el tren, el tren ligero, el monorriel, el tren elevado; y el sistema de carriles exclusivos, paradas fijas y buses de gran capacidad que se lo conoce como BRT por sus siglas en inglés de Bus Rapid Transit.
Quito es una de las ciudades pioneras en acoger este sistema el cual se ha venido construyendo, con muchas demoras, desde inicios de los años 90 hasta nuestros días y no ha sido por falta de planificación que no ha podido ser implementado en su totalidad, que si se lo hubiera completado con la urgencia que debió hacerse, la movilidad de las personas en la ciudad habría mejorado sustancialmente. Sin embargo la falta de decisión política ha hecho que el plan se quede a medias y de esa manera el sistema de transporte también ha mejorado tan solo a medias. Siempre hay el pretexto de que no hay plata y por ello no se lo ha podido ejecutar completamente, sin embargo se sigue gastando en vías y en “mejoras” al sistema viario de la ciudad.
Es por ello que pongo a consideración de la ciudadanía, el Alcalde y autoridades algunos argumentos para que sean tomados en cuenta y que sean parte de un debate necesario sobre la implementación del metro en nuestra ciudad[1], más aún cuando nuestra Constitución dice claramente que las obras trascendentales e importantes deben ser consultadas a la población.